Los servicios de traducción suelen abarcar un amplio campo de actividades. Lo importante es siempre contar con traductores profesionales que pueden llevar a cabo esta labor tan compleja. Los traductores profesionales realizan una diversidad de procesos al mismo tiempo, pues no se trata sólo de pasar una palabra o una oración de un idioma a otro, sino de comprender una idea y transmitirla de manera adecuada en el otro idioma. Es por eso que a pesar de que hace unos años tuvieron un gran auge los dispositivos que realizaban traducción de manera electrónica, estos no han podido reemplazar a los traductores de carne y hueso. Esto sucede, porque el lenguaje no está conformado por unidades estáticas a las que les corresponde un solo significado. Las unidades orales y escritas conforman una cosmogonía muy particular de una civilización, por lo que un buen traductor no sólo conoce las formas morfológicas del idioma sino un amplio conocimiento de la sociedad que lo rodea o que lo practica, teniendo un entendimiento más integral de ese idioma. Existen cuatro enfoques medulares para comprender, de que se trata o cómo definir el acto de la traducción.
- Como acto de comunicación. Vivimos en un mundo globalizado, en el que para poder crecer no sólo nos basta con poder manejar el inglés sino otros idiomas de países que van conformando economías sumamente crecientes, como la china. Esto nos permite abrirnos a fronteras mucho más grandes. Además, en algunas civilizaciones el aprender el idioma nativo es tomado como signo de respeto.
- Como un diálogo entre lenguas. Esta la acepción más básica y comprende pasar de una lengua X a otra lengua Y, no sólo los significados superficiales, sino lo más profundos, pues estos darán un servicio mucho más eficiente de entendimiento.
- Como un intercambio de textos. Se trata de transmitir el sentido de un texto en idioma x a otro Y. Comprender que el lenguaje escrito tiene sus propias normas, que tienen que ser conocidas por el traductor.
Para poder identificar a traductores profesionales de calidad hay que tomar en cuenta la competencia traductora, que se refiere al conjunto de conocimientos sociolingüísticos que permiten que una persona pueda interpretar otro idioma. Sin embargo, existen otras subcompetencias que son identificables y que permitirán detectar a los profesionales. Algunas de ellas son:
- Subcompetencia bilingüe: Las capacidades mentales y orales para comunicarse en dos lenguas con fluidez y corrección.
- Subcompetencia extralingüística. Conocimientos generales sobre los países que hablan los idiomas de ambas culturas, asuntos muy generales economía, cultura e historia, así como datos específicos de un área, lo que lo puede convertir en un traductor experto de cierto campo.
- Subcompetencia instrumental. Conocimientos y habilidades dentro del mundo informático así como de métodos de investigación. Poder trabajar con rápidez con diccionarios gramaticales, enciclopedias, concepciones de estilo.