El cine y la televisión son muy populares hoy en día y seguramente casi todos disfrutamos de una buena peli o serie en el cine o relajados en casa. Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién traduce las películas y series para que tú las puedas escuchar en español o verlas con subtítulos?
Si te choca ver las películas y series dobladas y prefieres verlas subtituladas o si te choca estar leyendo y prefieres escucharlas en tu idioma, de cualquier forma, hay traductores, actores de voz, estudios, y agencias de traducción involucrados en ese proceso que hacen eso posible. Los profesionales para doblaje y subtitulaje trabajan para alguna agencia de traducción o estudio, utilizan distintos software específicos para llevar acabo su trabajo y deben de seguir también reglas e instrucciones específicas dependiendo del cliente o del tipo de película o serie de televisión y la audiencia a la que va dirigida. Tanto el doblaje como el subtitulaje tienen su chiste y su complejidad.
Por ejemplo, en el doblaje lo más importante es que la traducción se ajuste al movimiento de la boca de los actores para que se vea natural, como si el actor estuviera realmente hablando en español. A esto se le conoce como lip sync, que literalmente quiere decir sincronía en los labios; claro que el actor de doblaje también tiene una gran responsabilidad al hacer que el lip sync esté correcto al darle la velocidad y entonación adecuadas. Pero recuerden que el traductor –a quien no lo escuchamos ni vemos- jugó un papel muy importante al traducir el guión para que cuadre bien. Así que no solamente traduce el guión como cualquier otro documento, sino que debe observar el video y frase tras frase determinar qué palabras quedan bien sin perder el sentido de la oración original y ajustándose al tiempo y la velocidad.
Ahora bien, en el caso del subtitulaje la historia es distinta. De preferencia, es mejor traducir un guión para subtitulaje observando también el video, ya que si no se ve lo que se está traduciendo puede haber errores de género o de contexto. En este caso podríamos decir que existe un poco más de libertad, ya que no se cuenta con la presión de tener que cuadrar los labios con la traducción o la velocidad en que se habla, pero lo complejo es traducir una frase completa pero que quepa en el espacio designado para el subtítulo. Cada estudio tiene sus reglas sobre el número de caracteres que se permiten en un subtítulo, pero lo normal es no utilizar más de dos líneas por subtítulo y cada línea no debe de tener más de seis o siete palabras y mínimo tiene que tener una duración de un segundo para que pueda leerse bien.
Tanto en el doblaje como en el subtitulaje se tiene que preguntar al cliente cuales palabras se pueden usar y cuáles no, por ejemplo, las malas palabras no suelen utilizarse, a menos que sea una serie o película para adultos y también se debe tener cuidado al utilizar palabras muy locales o regionales, ya que en muchas ocasiones el doblaje o subtitulaje realizado en México se utiliza para toda Latinoamérica, por lo que tiene que utilizarse un lenguaje más neutral.
La próxima vez que veas una serie o televisión, ¿por qué no te tomas unos minutos para analizar el doblaje o unos cuántos subtítulos? Te vas a sorprender de lo difícil que puede ser esta labor.